Como dermatóloga, es fundamental abordar los piercings faciales o microdermales desde una perspectiva integral que considere tanto los aspectos estéticos como los de salud. Si bien los piercings faciales son una forma popular de expresión personal, es esencial comprender los riesgos asociados y tomar decisiones informadas antes de proceder con cualquier modificación corporal.
Uno de los principales riesgos de los piercings faciales es el riesgo de infecciones, que pueden ser causadas por unos cuidados no adecuados post procedimiento o por falta de asepsia durante el mismo. Las infecciones pueden conducir a complicaciones más graves, como abscesos, celulitis e incluso septicemia, especialmente si el piercing se coloca cerca de estructuras vitales como los ojos, la nariz o la boca debido a su cercanía y comunicación con estructuras vitales como el sistema nervioso central.
Además, los piercings faciales también pueden provocar reacciones alérgicas a los materiales utilizados en la joyería, así como cicatrices severas como lo son, las cicatrices queloides, generando cambios permanentes en la piel.
Por lo tanto, es crucial tener claro los riesgos y beneficios antes de realizar dicho procedimiento y por supuesto buscar un profesional experimentado y cualificado para realizarlo, siguiendo todas las recomendaciones de cuidado posterior para minimizar el riesgo de complicaciones.
Como dermatóloga, estoy aquí para ofrecer orientación y apoyo a aquellos que estén considerando un piercing facial o microdermal, así como para brindar tratamiento y atención adecuados en caso de cualquier problema o complicación.