Se utiliza una pieza de mano portátil especializada con micro-pines para penetrar la piel. La radiofrecuencia luego fluye a través de los pines para entregar energía térmica a las capas más profundas de la piel, lo que promueve el proceso de curación natural del cuerpo. Actúa exclusivamente en las zonas objetivo, emitiendo energía para realizar una mínima ablación de la piel y calentarla punto por punto sin afectar las zonas circundantes. Estas acciones estimulan la producción de nuevo colágeno y, en general, mejoran las imperfecciones o la pigmentación y abordan los problemas de textura.

Sentirá el calor y el tratamiento puede no ser cómodo pero no necesariamente doloroso. Cuando se solicita, se aplica anestesia tópica para garantizar la seguridad y comodidad durante todo el procedimiento. La radiofrecuencia fraccionada suele tardar entre 20 y 45 minutos, según el área de tratamiento.

Se observa un rejuvenecimiento inmediato después del tratamiento y se espera que mejore en los próximos días. Recomendamos 3-6 tratamientos con 4 semanas de intervalo.