Si estás en tus 30 o 40 años, es el momento ideal para considerar dos tratamientos altamente efectivos: Botox y bioestimuladores de colágeno.
El Botox es perfecto para suavizar líneas de expresión en áreas como la frente, entrecejo (líneas glabelares) y alrededor de los ojos (patas de gallo). Además de mejorar las arrugas ya existentes, el Botox también previene la aparición de nuevas al limitar el movimiento muscular. Los resultados son visibles entre 3 y 7 días después del tratamiento y pueden durar de 3 a 6 meses. Es un procedimiento rápido, sin tiempo de recuperación, ideal para quienes desean resultados inmediatos y naturales. Para mantener los efectos a largo plazo, se recomienda realizarlo regularmente.
Por otro lado, los bioestimuladores de colágeno, a diferencia de los rellenos tradicionales que aportan volumen instantáneo, no añaden volumen. Estos trabajan gradualmente mejorando la calidad y textura de la piel desde el interior. Son perfectos para quienes buscan una mayor firmeza, reducción de arrugas y un aspecto rejuvenecido de manera natural y duradera.
Los efectos de los bioestimuladores de colágeno son progresivos, alcanzando su máximo potencial varios meses después del tratamiento. Los beneficios pueden prolongarse hasta dos años o más, dependiendo del producto y la respuesta individual. Es importante tener en cuenta que estos tratamientos requieren mantenimiento periódico, y la cantidad de producto a utilizar varía según la severidad del daño y la flacidez de la piel.
Una valoración estética con un dermatólogo es indispensable para diseñar un plan de tratamiento personalizado. Puedes agendar tu cita en nuestra página web: lasercountryderm.com.